Y así desciende un ángel vengador, caricaturizado y manipulador que trata de romper al mundo por la mitad para poder introducir sus semillas en una tierra difícil aflorar.
La venganza acaricia los rostros culpables de las madres. Una ráfaga de juicio cae como niebla en los padres. Un niño en llanto grita al cielo el castigo de nacer; Quizás sin abrir los ojos y tal vez sin haber aspirado este aire tóxico sin publicidad, de un comercial sin capacidad de renacer por unos segundos esa sensibilidad en oferta estacional.
El amor cansado de amar, El desamor después del amor. Un intento con ego de mi creador
Hoy nace el nuevo Dios del interior. Hoy las preguntas regresan como un boomerang arrojado
Y sólo espero que no haya sido en vano.